EFEMERIDES: A 29 AÑOS DE TEMPERLEY CAMPEÓN DE PRIMERA "C"

 

🗓 El sábado 10 de junio de 1995, Temperley se consagraba campeón de Primera "C" en el estadio de Lanus tras imponerse 2-1 y por 1-0 en la final de ida a Tristán Suárez. El elenco dirigido por Mariano "pepe" Biondi coronaba una gran temporada para lograr el primer ascenso posterior a su regreso al fútbol tras la quiebra del club en 1991.

El equipo transitó dos temporadas en una categoría en la que nunca había jugado en toda su historia consecuencia de su desafiliación y no por un traspié deportivo, batiendo todos los récords de recaudaciones, llenando todas las canchas, no importaba el lugar ya que la marea celeste se trasladaba cada fin de semana a todos lados donde el gasolero jugaba.

Ese 10 de junio, el Cele formó con Alejandro Coronitti; Diego Villar, Walter Varvello, José Luis Salas, Eduardo Espinoza; Rubén Maciel, Angel Velázquez, Claudio Filosa, Claudio Flores, Ariel Paolorossi y Ezequiel Llanos. En el complemento ingresaron Cristian Del Castillo y Gastón Videla. DT: Mariano Biondi.

Una etapa oscura que se terminó con la vuelta olímpica aquella tarde y quedará por siempre en el recuerdo de la familia gasolera. Gracias jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, a la hinchada que siempre acompañó y a todos los que lo hicieron posible.

 

 

FUERON LOS PRIMEROS (Juan Pablo Marrón)

Fueron los primeros en devolvernos algo de lo perdido. Aquel equipo reventó con sus fieles estadios insólitos, y generó un gran fenómeno por su concurrencia.

Parece verlos ahí, son miles y miles, con sus semblantes teñidos de celeste. Las gradas de Lanús, aún en construcción, resisten el peso de los fieles, escalonados debajo de las serpentinas, y la euforia de volver a sonreír. El corazón, el corazón... delira un incrédulo a un par de metros. Los abrazos se enciman, se asemejan. Temperley grita campeón, más allá de su circunstancia.

El club ya había hablado mucho de su identidad dos años antes, cuando desde el amor y el dolor, se reconstruyó para retornar a la vida. En julio del '94, era tiempo de pensar en una temporada para regresar también a la Primera B Metropolitana, la todavía joven categoría que el Gasolero había perdido judicialmente. Sin grandes luces, llevó a cabo una primera rueda insuficiente para imaginarse, posteriormente, en otra división. El proceso de Jorge Vendakis, y la mano de Ostúa en el final, la cual levantó una campaña caída, decretaron el definitivo cambio de mando, y el arribo de Mariano Biondi.

Eran tiempos de revolución popular para el Gasolero, y de acumulación ficticia para un país que expulsaba a los suyos a una enorme lista de desocupados.

El futbolista laburaba en la C, en la B. Había más después del entrenamiento. No existía internet, los celulares eran ladrillos gigantes que no sacaban fotos, y los goles de Temperley se veían en la cancha, o en la tele, pero recién los jueves a las 23, cuando en ese entonces, la novedad seguía intacta.

Nacía así en Turdera, otra cara para un equipo que se acostumbró no sólo a golear, sino también a causar los primeros indicios de impacto mediático por el fenómeno de su concurrencia. Para varios clubes de la cuarta división, era más conveniente cambiar de escenario para recibir a Temperley, que jugar en los propios.

El Torneo Clausura fue una suma de récords. Más allá de las recaudaciones, existieron también nueve victorias consecutivas, y una creciente sinfonía en el tenor de los resultados.

La referencia de Alejandro Coronitti en el arco, la sobriedad de Eduardo Espinoza en el fondo, la voluntad de José Salas, y esos dos gritos ante Comunicaciones, la categoría y los penales de Walter Varvello, el corazón de Ángel Velázquez, los pulmones del Negro Maciel, la velocidad y la técnica de Claudio Filosa, el grito de Villar ante Deportivo Paraguayo y ese invicto salvado, los goles de Ezequiel Llanos, los de Ariel Paolorrossi.

Las goleadas se apilan. 3-0 a Luján, 3-0 a Suárez, 5-0 a San Carlos, 3-1 a Barracas Central, 4-0 a Deportivo Merlo. No había equivalencias.

Las finales con Tristán, el polémico Granados. Llenar Banfield, reventar Lanús. 1-0 y 2-1. La alegría, la vuelta.

La primera alegría fuerte, después del retorno. Gracias eternas a aquel plantel, que nos devolvió algo de lo que habíamos perdido.

Juan Pablo Marrón: Socio del club y periodista, se inició en el periodismo partidario en Soy Celeste x TV y tuvo un paso por Todo x Temperley. A nivel nacional su carrera se inició en Tyc Sports participando de programas como Estudio Fútbol y en Radio La Red, entre otros, actualmente es periodista y relator en la cadena ESPN y Dsports radio.

 

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